martes, 11 de agosto de 2009

Momentos (Parte uno)


Ya no importa si el piso está húmedo, si la madera habla, si los espejos son curiosos... de pared a pared sabrán reflejar el sentimiento.
Los zapatos, los cordones, el vuelo de la gada al unísono de los cuerpos. La música guía a través de las notas de aquel viejo piano; en su representación, un disco con el concierto.
¿Qué pasará si anochece, si hay tránsito, si se corta la luz en la manzana de enfrente, si la vecina se pelea con el marido? De lo que esté pasando en las afueras, nada importa. Ellos permanecen totalmente compenetrados en un juego de tan sólo dos participantes... de lo que no logran descifrar es si son contrincantes, o del mismo equipo.
Las notas acrecientan su ritmo, y los cuerpos comienzan a exacerbarse. El algodón de las medias largas se enrosca en piernas que parecen infinitas.
Ella, le va dejando de encontrar sentido a su pelo recogido... y a él, no parece importarle perder la vergüenza... la danza siempre es una buena excusa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario