domingo, 6 de junio de 2010

Casa Ana Frank en Buenos Aires: Para aprender.



Sábado, casi las cuatro de la tarde y el sol de costado. Si no fuera por mi corto sentido de orientación, no me hubiera bajado mal del 19, y tampoco hubiera caminado por Superí, hasta toparme con una asignatura pendiente a visitar. Qué bueno cuando pasan estas cosas.

http://www.turismito.com/america/un-museo-de-ana-frank-en-buenos-aires-muestra-el-horror-de-diferentes-terrorismos-de-estado


La perla del museo está en el jardín, donde crece un retoño del árbol que Ana refugiada más de dos años, miraba anhelando la libertad.

2 comentarios:

  1. no se a ustedes?.. pero a mi,EL DIARIO DE ANA FRANK me lo hizo leer TAGLIABUE...estaba loca la guacha..pero sabía.. se ponía terca conmigo, decia que me paraba mucho en el aula y no prestaba atención.. un día le escribí un super cuento.. lo leyó y me dijo:... hay brenni brenni, si caminaras menos tendrias mejores notas... me di vuelta y segui caminando... rendí lengua en febrero porsupuesto...jajjaja


    JUAN FRANCISCO..

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  2. Debe ser feo saber, estando como docente del otro lado que, estás rodeado de purretes que no tienen ganas de hacer nada más que quilombo, y, que ni siquiera saben qué tan capaces pueden llegar a ser..

    De algo similar hablamos hoy con Sebas, que, a propósito, casualmente lo vi antes que vos, ¡ja!

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