martes, 6 de octubre de 2009

Confío en que llegue


Hace rato que quiero dedicarte un posteo. Por un lado no quise que esto fuera un desfile de gente que ya no está, para no cansar al buen lector que se presta a esto. Por otro, quise darte tu espacio. Más que ganado, más que merecido.

Hoy quiero usar el teclado para bien. Como herramienta funcional y no como el objeto donde rebotan mis lágrimas (voy a tratar de reducirlas, quizás desahogándome). Hoy quiero que te acuerdes de la loquita menor de tu sobrina. Como me acuerdo yo, desde otro lugar... más "terrenal".

La vida no te dejó ser viejo, y eso en parte me consoló, no combinaba lo geronte con tu espíritu libre. Eras como un rockero intelectual, y eso me gustaba. Jamás intrascendente, verborrágico, irritable y hasta irritante más de una vez. El peor de los suegros al comienzo... siempre diste con el perfil (en sumatoria) de Robert De Niro, Sandro y Don Corleone. Me resultás eterno (perdón, no es un error literario, no puedo poner esta frase en pasado). Y te siento en el alma tío, no puedo referirme a vos como algo que ya pasó. Es como que me quedaron mil libros por analizar y un millón de películas por criticar... junto a vos. Tengo veintitrés, pero a la vez, tantos quince años como fueran necesarios, para que vuelvas a darme el abrazo que tengo lacrado por encima del vestido chicle después de abrir la puerta del salón... tengo también diecinueve cuando te enojaste porque nadie me había enseñado a manejar y vos decidiste hacer lo contrario... tengo veinte cuando te enorgulleciste (si está mal conjugado pido disculpas) al verme bailar después de viajar hasta la loma del orto... tengo ventiuno cuando digitaste cómo se debía pintar mi pieza nueva...y tengo veintitrés otra vez. Quiero que suene otra vez el timbre de mi casa de la misma insoportable forma, y soportarla, corriendo hasta el portón para ver unos ojitos chinos como paréntesis acostados. Mi gran referente, otro abrazo más. Gracias por elegirme en cierta forma.

No hay comentarios:

Publicar un comentario