sábado, 10 de abril de 2010

Mi admiración por el tango

Hay una frase más que acertada que dice "El tango espera". Y, no quiero que siga esperando. Si bien el arte de la danza es algo que me sacó de mil quilombos y angustias, el baile de arrabal no fue el ejemplo. Mi aficción se va más para el norte hasta llegar a centroamérica. Sin embargo, hay algo que me indigna y es, sentir que me llega hasta las venas cualquier tipo de interpretación tanguera, por supuesto, siempre ajena. Casi de turísta.
El otro día Volver de Gardel me rozó los oídos en Florida y Lavalle; había unos bailarines maravillosos, no creo haberlos visto antes... y me dije "La puta, qué cagada... no puedo seguir sin saber". Asi que, asignatura pendiente-mediante... dejo un tanguito que alguna vez llegó a mi retina para quedarse grabado. Como siempre, el tango, tan acertado.


Mano a mano

Rechiflado en mi tristeza, te evoco y veo que has sido
en mi pobre vida paria sólo una buena mujer.
Tu presencia de bacana puso calor en mi nido,
fuiste buena, consecuente, y yo sé que me has querido
como no quisiste a nadie, como no podrás querer.

Se dio el juego de remanye cuando vos, pobre percanta,
gambeteabas la pobreza en la casa de pensión.
Hoy sos toda una bacana, la vida te ríe y canta,
Ios morlacos del otario los jugás a la marchanta
como juega el gato maula con el mísero ratón.

Hoy tenés el mate lleno de infelices ilusiones,
te engrupieron los otarios, las amigas y el gavión;
la milonga, entre magnates, con sus locas tentaciones,
donde triunfan y claudican milongueras pretensiones,
se te ha entrado muy adentro en tu pobre corazón.

Nada debo agradecerte, mano a mano hemos quedado;
no me importa lo que has hecho, lo que hacés ni lo que harás...
Los favores recibidos creo habértelos pagado
y, si alguna deuda chica sin querer se me ha olvidado,
en la cuenta del otario que tenés se la cargás.

Mientras tanto, que tus triunfos, pobres triunfos pasajeros,
sean una larga fila de riquezas y placer;
que el bacán que te acamala tenga pesos duraderos,
que te abrás de las paradas con cafishos milongueros
y que digan los muchachos: Es una buena mujer.
Y mañana, cuando seas descolado mueble viejo
y no tengas esperanzas en tu pobre corazón,
si precisás una ayuda, si te hace falta un consejo,
acordate de este amigo que ha de jugarse el pellejo
pa'ayudarte en lo que pueda cuando llegue la ocasión.



Letra de Celdonio Flores
Música de Carlos Gardel y José Razzano

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