martes, 16 de marzo de 2010

Historias del Trayecto IX: "Lo nauseabundo de comer entre ricos y pobres"


Si hay algo que me causa un inmenso asco y me disfraza de la peor señora de Barrio Norte es el ¡Chuwicktl! ajeno. Ganas de devolver me da, ver salir de las cavernas saliva de dos energúmenos que no hacen las pases con su calentura. ¡Scwick, chwock!, aquel chupón de labio inferior, baboso y sudoroso, con una frecuencia sonora capaz de llegar a los oídos del pobre conductor, o del chancho que espera a destino.

Me pregunto en esta noche de viaje de ferrocarril; ¿Sentirá el mismo rechazo mi compañero de banco que, al escuchar al unísono a los amantes sentados a posteriori, acaricia con el pulgar izquierdo hasta franelear la hoja encapada del pobre, pálido e inerte libro?

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