martes, 30 de marzo de 2010

Giros


Quizás el relato desborde en simpleza, o tenga puntos de encuentro con lo trillado, pero me pasó. Y fue producto de un proceso maravilloso en el que aprendí a considerar.
Es lindo saber que uno se presta a que el tiempo pase haciendo algo últil. Y qué mas últil que salvar una vida.

Llegando a mi última hora en el trabajo, me entero que enfrente habían abandonado enfrente un gato recién nacido; y no se equivocaban, a duras penas tenía cinco días, estaba con la cabeza metida en la tierra y apoyado entre unas piedras.

Entre guantes, servilletas y una caja de fotocopias le hicimos una cunita. En la primer veterinaria que fuimos, apenas pudimos dar con el teléfono de la Asociación de Gatos del Botánico. Nos ofrecían una señora que vive de criarlos, pero sin guita o una gata que esté amamantando no llegábamos a buen puerto. Decidimos volver. Con mi compañera lo tratamos de alimentar; el riesgo era de horas, tenía que comer, y, a pesar de los esfuerzos, con pajita, plato, cuchara y hasta una tetilla fabricada con un guante descartable, el ya bautizado Silvestre -dados idénticos los colores y su ubicación en el cuerpito- no hacía más que llorar. Lloraba con mucha fuerza, se lo veía sano, en cuanto no daba más con su poca paciencia y desesperación y se volvía a dormir.
Hicimos llamados, publicamos su aparición en internet. Silvestre lloraba.

Me lo llevé, empecé a caminar, y a sabiendas de la ubicación de un pet shop, me tiré. En el camino pegaba unos maullidos que te desarmaban. Cuando llegamos inmediátamente se calmó, parecía que ambos habíamos encontrado una solución. En los estantes había peluches mascota... y un gato de verdad, con lo cual supuse que Silvestre iba a caer en gracia. El flaco se ablandó tan sólo con verlo en la caja, y lo aceptó porque horas antes una chica había dejado su teléfono, ofreciéndose a cuidar un gatito. ¿Como anillo al dedo, no?

Escribo esto porque años atras no era asi. Es más, detestaba a los bichos. Pero gracias a Gris.. y a quien tienen en la foto, su hija Princesa, hoy pude ayudar a Silvestre.



PD: No vuelvo a hacer este tipo de posteos, me siento un poco Nicole Neumann y media boluda, aunque no se si son la misma cosa.

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