lunes, 30 de noviembre de 2009

Top five de los avergonzant's preadolecent moments:




1) Sábado 12 de Agosto del 2000: Pre-Cromañón, la primer noche que fui a bailar a matineé, cerraron el boliche. La gente salía a borbotones, nosotras preferirmos quedarnos hasta el final para sacar los abrigos; habían clausurado el guardarropas. Mi papá y el de Gaby entraron a hacer quilombo. Me quería morir. Es el día de hoy que lo cuenta con altruísmo.


2) Misma tarde: Mi viejo me deja en la cola. Eran como las cinco y media de la tarde, obviamente se veía todo. Hacía mucho frío, estaba lleno de conocidos. Me dejó en la esquina, caminé para que no me dejara "ahi". Pues a los cinco minutos se avalanzó con la camioneta y ¡¡¡¡¡se estacionó en mi cara!!!!!! No tuve más frío.


3) Cuarto grado: Si retomaba natación, iba a haber un detalle más a tener en cuenta... tenía pelitos. El mismo mensaje avergonzante iba para gimnasia artística, ¡Detestable esa época amorfa!


4) Algún festejo "de la tradición" en noviembre de mediados de los noventa: Con Celia, la maestra de música cantamos una canción folklórica muy bonita... (todavía me la se). Terminada la jornada escolar, mi papá me espera con una sonrisa gigante, se le reía el culo, bah. En el contestador automático... La melodía entera grabada, cantada por nosotros, y un pequeño "dedicador seseante" que afirmaba que me amaba. Vergüenza es poco.


5) 31 de Octubre de 1998: En la casa de Gonzalo se hacía una fiesta por Jalobuin... digamos, asalto criollo. El mismo dedicador mandó a unos amigos míos a avisarme que me esperaba en el living... a solas. Pensé que se trataba de un regalo inocente, como las tarjetitas de los Backstreet Boys que tan gentilmente se había molestado en dejarme en la cartuchera... Pues no. En cuanto me pidió que "cierre los ojos", a los doce recién cumplidos, se me avalanzó como una fiera al ritmo de "DALE MAMITA", con una lengua que... prometía. No le hablé por cuatro años.

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