domingo, 15 de noviembre de 2009

Cierre

En una charla de cervezas y sábado, descifré por qué lo lloré a Michael; salieron a la superficie y se hundieron de nuevo ciertas imágenes de mi infancia, como las de querer saber bailar desesperadamente, y gastar mis Bubble Gummers en un balcón muy lustrado tratando de hacer el moonwalk...

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