lunes, 9 de noviembre de 2009

Realidad

















Desde que uno emprende el viaje al comienzo del día, cree tener todo calculado. Pues estoy convencida que tanto los peores -como los mejores- días, son los que se van dando "como quien quiere la cosa" sobre la marcha.
Está buenísimo no saber qué nos deparará ni el mismísimo día al levantarnos de la cama...

Quién sabe...

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