jueves, 7 de julio de 2011

Cosas

El cordón del zapato.


Una mujer, una rueda

ponchada, una

enfermedad, un deseo; temores ante ti,

temores que puedes estudiar

...como las piezas de un

tablero de ajedrez...

no son las cosas importantes las que

llevan a un hombre al

manicomio. Estate preparado para la muerte o para

el asesinato, el incesto, el robo, el incendio,

la inundación.

No, es la serie continua de pequeñas tragedias

lo que lleva a un hombre al

manicomio...

no es la muerte de su amor

sino el cordón de su zapato que se rompe cuando tiene prisa.



El horror de la vida.

es ese enjambre de trivialidades

lo que puede matar más deprisa que el cáncer

y siempre están ahí:

la matrícula del automóvil o los impuestos

o la licencia para conducir vencida

o los contratos o los despidos,

hacerlo tú o que te lo hagan, o

el estreñimiento

o las multas por exceso de velocidad,

polillas o grillos o ratitas o termitas o

cucarachas o moscas y

la tela metálica que se

ha roto,

o pasarse

o no llegar,

o el lavamanos tapado o la casera borracha,

al presidente no le importa y el gobernador

está loco.

El interruptor de la luz roto, o el colchón como

un puerco espín,

105 dólares por la puesta a punto, el carburador y la bomba de

gasolina en Sears Roebuck,

y el recibo del teléfono que sube y la Bolsa

que baja

y la cadena del baño que se ha

roto

y la instalación de la luz que se ha quemado,

la luz de la entrada, la luz del frente, la luz de atrás,

la luz del interior; está más

oscuro que el infierno y

es el doble de caro.

y además siempre hay ladillas y uñas que se encarnan

y gente que insiste que son

amigos tuyos;

siempre hay eso y cosas peores:

grifos que gotean, Cristo y la Navidad,

el salami azul, 9 días de lluvia,

50 centavos de aguacates

y embutido de hígado

morado.



O meterse

de camarera en Norm's con turno doble,

o de vaciador de

orinales,

o de lavacoches o de pinche de cocina

o de ladrón de bolsos de ancianas

que las deja gritando en la acera

con un brazo roto a la edad de

80 años.



De pronto 2 luces rojas en tu espejo retrovisor

y sangre en

la ropa interior;

dolor de muelas y 979 dólares por un puente

o 300 dólares por una muela

de oro,

y China y Rusia y Estados Unidos y

pelo largo y pelo corto y nada de

pelo y barba y sin rostro,

y muchos papeles de liar pero ninguna

hierba excepto tal vez la del jardín.



Con cada cordón de zapato que se rompe

de entre cien cordones de zapato que se rompen,

un hombre o una mujer o una

cosa

va a parar al

manicomio.



Así que ten cuidado

al agacharte.



Charles Bukowski.

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