miércoles, 2 de diciembre de 2009

Sensaciones extrañas...

Es difícil de explicar.
Las sensaciones se repiten desde hace dos años... quizás se acentúan con lo melancólico.
Siempre es lo mismo: la lomita del puente de la Lugones, la curva a la izquierda, Pab I, el Instituto del Conicet, Pab II, la puerta abierta y el freno.

Los cambios fueron pocos; la señaléctica mejoró un poco después de tantos años, hay más puestitos ambulantes (cosa que está buena) y lamentablemente hay más mugre y más pobreza (en el sentido más amplio de la palabra). Recuerdo que en Proyectual nos hicieron hacer una maqueta, rediseñando los accesos del pabellón (Sin saber un carajo)... hoy están bastante similares en relación a lo que pensamos en ese entonces... ampliaron un poco...

Subo las escaleras. Siempre me gustó ir del lado izquierdo (cuak), donde el pasillo es más angostito y hay baranda. Miro al costado y no hay vez que no se me venga a la mente la imagen de la mañana en la que nos escapamos de Diseño con Dani y tuvimos una de las charlas más profundas. Pucho en mano derecha, la otra como un molino dando vueltas, como su cabecita loca que hoy vive en la mía. En esa oportunidad fue cuando me dijo "Te juro Flor, cuando tenía tu edad pensaba igual que vos". Tenía tanta razón... Es lógico entonces, que el vientito que siento en la entrada se convierta en un escalofrío horrible, y que de ese escalofrío horrible pase a enrojecer mis ojos. Vuelvo a elegir el camino a la izquierda y sin mirar mucho paso por "maquetas rápidas", me acuerdo de Maxi, vivíamos ahí. Los carteles se caen de la tristeza y la mugre, parecen gritar. Todo me hace retroceder. Y me pongo mal. Comienzo a preguntarme para qué volví, y vuelvo a contestarme. Quiero decapitar esta asignatura pendiente. Quiero tener este puto título. Por las dos. Por mí misma.

Se que hoy estoy más fuerte pero es tiempo de probarlo.

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