viernes, 21 de diciembre de 2012

El parte de la ausencia: Episodio I

En un leve acto de inercia recurro a tu foto una vez más, casi en el proceso de degradación que lleva a mirar a un perfecto... extraño. Resulta irónica -valga la redundancia- extrañarte en todas las acepciones de la palabra. Te miro y siento que ya no te conozco, ¿será que vamos bien con el proceso? 

Ahora sí. Tu nombre. Hablando de perfección. ¡Qué perfectamente hijo de puta te han bautizado! Sos adjetivo gentilicio en plena práctica de Inglés I, El nombre de una Peluquería a una cuadra del trabajo, el rey de las palabras por default en mi predictivo, en fin. Un horror olvidarte por nombre. Y por apellido, claro. Si brilla por sí solo...

Lamentable -o afortunadamente- en persona /cuerpo a cuerpo se rompe el hechizo del autoestima-Gloria-Gaynor. El otro día te dio el sol en los ojos a eso de las siete de la tarde del peor de los ocasos de primavera y no entendí de amor propio. El día que te des cuenta que tu hermosura no depende de gel ni de los encantos ficticios de la noche, quizás te encuentre. 

Por mi lado, el oxígeno aún es gratis...
Todo lo demás me salió muy caro.  




jueves, 20 de diciembre de 2012

Esto es válido para los dos

Esto es válido para los dos

Si quieres conocerle, sólo tienes un segundo, media hora y dos lugares para el primer encuentro:

Un segundo: Mírale a los ojos, antes que componga el personaje que usa socialmente.

Media hora: Escucha atentamente lo que dice cuando habla de sí misma y es exactamente lo opuesto de lo que manifiesta. No olvides que es la única oportunidad de mostrarse como le gustaría ser, antes de ser descubierta.

.¿Muy desinteresada?, ambiciosa.

Especuladoras, las que se quejan de haber sido usadas.

Hurañas y mezquinas, quienes alardean generosidad.

¿Chistes sexuales? Especialidad de reprimidas.

Hipersexuadas, las más tímidas.

Burlonas, las inseguras.

¿Pedantes? Las ignoradas.

Enciclopédicas, las incultas.

Ocurrentes, las retardadas.

Llenas de gazmoñerías, las liberadas.

Las débiles, agresivas.

Peligrosas, las timoratas.

Muy seductoras, las castradoras.

Posesivas, las comprensivas.

Intolerantes, las débiles y cededoras.

Si les gustas, no te miran, si te miran, no les importas.


Dos lugares: una mesa o una cama.

Como trata a la camarera, te tratará a ti.

Y si en la cama no te das cuenta, estás en uno de esos momentos en que te da lo mismo cualquier cosa.



Fragmento de EL LIBRO DE NO AMOR de Hugo Finkelstein

jueves, 13 de diciembre de 2012

lunes, 3 de diciembre de 2012

Charlas con la abuela VII: No superficial




-Hija, no podés ponerte así por un tipo, tenés que aprender a separar.
-Bueno, abuela, no es tan fácil...yo aposté. Hay que reconocer que es un ser hermoso...
-¡Pero hermosas las bolas, nena, dejate de joder! ¿Cuándo vas a aprender que "lo que importa es el chip, mamucha"?

Trueque al tacto

Devolveme la alegría,
a cambio te doy mi tacto,
ya no vale la pena sentir nada.
Las yemas absortas,
no tienen registo,
reclaman texturas,
no entienden de novedades.
¿Cómo hacerles rozar,
y mentir hasta la lordosis?
Arrancame los dedos,
uno por deseo. No los quiero más.
Las lágrimas se secarán al sol,
como quien se pudre con el tiempo.