Y me pregunto por dónde andarás
sólo puedo verte entre los bosquejos de mis ideas,
vanas, obsecuentes, ya rendidas,
mutiladas por la realidad que elegiste llevar a cuestas.
Quizás el peso esté a mis espaldas,
como una sombra densa que no se desprende
a pesar de los días, a pesar de tus tormentas.
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