jueves, 27 de agosto de 2009
Historias del trayecto II: El camino de las vías
Ojos desolados a media asta descifrados bajo la sombra de una boina cómplice. La tez mate corroída por los años. Ríos caudalosos son, las pequeñas grietas al costado de su expresión de hastío. El termo en el piso con agua tibia, entre medio, las zapatillas con dos lustros sin lustrarlas. Los pitucos cosidos a Overlock en el deportivo frizado que mata por sacarse del calor. El morral enfermo. La camisa sin elegancia sport: Las uñas ocupadas. Las manos cómplices del agobio. Y por la sonrisa ante la proximidad del hogar, se asoman los mismos oyuelos de la juventud.
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