Hace un mes que hubo revuelque. Sí.
Hubo cita a mitad de cuadra, cena exótica, conversación con self-confidence y pija-ama-party.
Rezagos de cotidianidad, lo bauticé, y lo sabés. Te gustó.
Te gustó la definición, te gustó enredarme, te gustó el sabor, y el encuentro.
Pero yo se del gusto que tienen los sueños al destilar conciencia sucia delante de un objeto inflamable.
Y sonó el despertador. Y la amargura en la boca, ya seca, entreabierta.
De nuevo a la granola con descremada y al jueves lluvioso... esta vez sin piloto, no sea cosa que despertemos al monstruo de las fantasías otra vez...
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