Para qué mentir si nos miramos los ojos en fotos, con desesperación. Cuatro pupilas que no saben donde van. Cuarenta dedos que pisan y tocan, desorientados. Cuatro brazos sin encuentro. Un bobo jugando a las escondidas.
Que tengas muchas buenas noches; vos te conformás entre un par de sábanas viejas y yo te reinvento entre mil sueños nuevos.
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