Yo creo que lo que más jode de la muerte es la incomunicación.
Lo la falta de respuestas.
Qué angustioso es, el impacto del golpe frío que tiene cada anécdota perdida. Cada pregunta hasta retórica, sorda, absurda. Idiota.
A veces siento que te necesito tanto como lo que necesito que aclares mis supuestos. Mis cálculos infames, sin tino, que giran ciegos, espiralados, desde hace ya más de tres años.
Un Sony Ericsson, una playera, una mochila tejida.
No te llevaste nada y siento que me quedé con todo.
Lo que me agujerea el pecho es saber que estoy viva y que respondo por el oxígeno de las dos. Quiero ser digna de eso. Ayudame. No quiero retorcerme más en la sombra de tu muerte.
El único combustible que tengo es la verdad, la posibilidad de jugarme y hacer lo que se me cante las pelotas, ser fiel a mi misma como lo fuiste siempre, esa fue tu enseñanza y será mi aprendizaje. Quisiera no verte más deambulando por andenes oscuros...me duele en el alma.
See you in another life, sistah mía.
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