lunes, 29 de octubre de 2012

jueves, 25 de octubre de 2012

En la retina del tuerto


En la ciudad hay más frialdad que concreto // Ahí se los ve cruzar a los chicos Kevingston a mitad de cuadra, con semáforo en rojo y añorando en la vidriera de enfrente a un Rochas // En la esquina esperan atentas las lobas de Jackie Smith, mientras les salen lágrimas negras con gusto a rimmel financiado en doce cuotas. // El subterráneo es la perfecta analogía de aquel proletariado que se encierra todos los días entre caños de luz, gas y mierda para ascender, // Resulta ser que, ser alguien en la vida tiene que ver con esto. // Resulta ser, que a veces la infelicidad se viste de traje y corbata. // Al parecer, si el almuerzo provisto te retiene en la oficina para así ahorrarte de luz solar, te están haciendo un favor. // Me quejo, me venzo y me gano. // Porque no soy así, porque se que hay algo más. // Porque veo ciegos de ojos color Julio Argentino chocarse como cerdos embarrados. // Porque arrastran los grilletes de una realidad Blackberry que creen haber elegido. //  Porque papá me lo advirtió, porque mamá se merece un buen hijo, porque mi hermano se merece un buen ejemplo, porque yo, me quiero tanto tanto tanto, que no puedo menos que estar a la altura de la situación. // Tan sucia tenemos la boca de comer mierda, que disfrutar de la vida aún habiéndose sacrificado, es sinónimo de infancia, hippismo, vagancia, ancianidad o, peor aún, insanidad mental. // Lázaro -antes de morir, hazme el favor- levántate y anda.

domingo, 14 de octubre de 2012

Asumo conciencia

Quizás tu mano izquierda rasguñe alguna cuerda hasta envolverla con rabia.
Intuyo por tu falso desprecio que no hay mentira mayor a tu indiferencia.
Asumo que hay cosas que se te tornan eternas por determinación. 
Me evaporo en el diván de tus analistas.
Juego a las escondidas en el bosque de Ligeia. 
Me filtro como tinta en la canción que escribiste para tachar.
Y congelo el momento en el que te rendiste a la musa. 
Solo así vuelvo a saber quién sos. Sin puntos suspensivos.





lunes, 8 de octubre de 2012

Libre Obligación de Vivir Engrampado (o hasta las bolas): Let's talk about L.O.V.E.


¿De qué manera a uno le pega el amor? ¿A caso nunca tuvieron la preocupación de no tener claros los límites de "nunca haberlo sentido" o de "haberlo sentido demasiadas veces"? Hay tantas recetas... aparecen en Platón y en internet. Me las cuenta mi abuela con recato y añoranza. Me las disfraza las películas, abanicando al espectador dándole pantallazos, como gotas de muestra de trivialidad, clishé y endiosamiento a figuras muchas veces inexistentes. 

Se escriben libros, se recitan poemas, se inmolan lágrimas saladas en novelas fundamentalistas de tevé. Pero nada de eso, te acredita saber sin que se te meta hasta la última tripa. Supongo que ahí es cuando estás jodido. Que la infatuación, que la obsesión, que el desamor. Para mí son todos elementos del mismo conjunto en un enmarañado y pegajoso diagrama de Venn. Es una enfermedad y una cura. Mil palabras, o la razón para que te calles. Un dolor en las tripas que te arrancarías con los dedos, por la misma persona que te las sacude. Dar y recibir. Descanso y agite. Tormenta y calma. Rabia y antirrábica. Un@ tremend@ hij@ de puta, en el lugar menos pensado para atentar contra tu egoísmo, tu rutina y tu soledad.

Sigan hablando, lean, escriban, que solo lo van a poder vivir. Porque citando a la querida Pizarnik, "las palabras no hacen el amor, hacen la ausencia". Vermouth con papas fritas, y good love.