martes, 30 de marzo de 2010

Historias del Trayecto X: Cuando cruzo



De nuevo la sensación.
Los gritos. El silbato. La imprudencia. La gente corriendo.
La estación, cualquiera fuera esta, aquella, y alguna otra vez.
El aviso. La muchedumbre. El tren.


Zafar.












¿Quién no te avisó a tiempo, Dani?


Otra vez no puedo hablar. Otra vez muto de una situación más que cotidiana al llanto frío de la mañana. En medio de la gente. Sin nadie alrededor que justifique tu ausencia.

Getting' out del placard y/o publicidad

http://www.24con.com/conurbano/nota/38775-Ricky-Mart%C3%ADn-sali%C3%B3-del-placardconfes%C3%B3-que-es-homosexual/

Giros


Quizás el relato desborde en simpleza, o tenga puntos de encuentro con lo trillado, pero me pasó. Y fue producto de un proceso maravilloso en el que aprendí a considerar.
Es lindo saber que uno se presta a que el tiempo pase haciendo algo últil. Y qué mas últil que salvar una vida.

Llegando a mi última hora en el trabajo, me entero que enfrente habían abandonado enfrente un gato recién nacido; y no se equivocaban, a duras penas tenía cinco días, estaba con la cabeza metida en la tierra y apoyado entre unas piedras.

Entre guantes, servilletas y una caja de fotocopias le hicimos una cunita. En la primer veterinaria que fuimos, apenas pudimos dar con el teléfono de la Asociación de Gatos del Botánico. Nos ofrecían una señora que vive de criarlos, pero sin guita o una gata que esté amamantando no llegábamos a buen puerto. Decidimos volver. Con mi compañera lo tratamos de alimentar; el riesgo era de horas, tenía que comer, y, a pesar de los esfuerzos, con pajita, plato, cuchara y hasta una tetilla fabricada con un guante descartable, el ya bautizado Silvestre -dados idénticos los colores y su ubicación en el cuerpito- no hacía más que llorar. Lloraba con mucha fuerza, se lo veía sano, en cuanto no daba más con su poca paciencia y desesperación y se volvía a dormir.
Hicimos llamados, publicamos su aparición en internet. Silvestre lloraba.

Me lo llevé, empecé a caminar, y a sabiendas de la ubicación de un pet shop, me tiré. En el camino pegaba unos maullidos que te desarmaban. Cuando llegamos inmediátamente se calmó, parecía que ambos habíamos encontrado una solución. En los estantes había peluches mascota... y un gato de verdad, con lo cual supuse que Silvestre iba a caer en gracia. El flaco se ablandó tan sólo con verlo en la caja, y lo aceptó porque horas antes una chica había dejado su teléfono, ofreciéndose a cuidar un gatito. ¿Como anillo al dedo, no?

Escribo esto porque años atras no era asi. Es más, detestaba a los bichos. Pero gracias a Gris.. y a quien tienen en la foto, su hija Princesa, hoy pude ayudar a Silvestre.



PD: No vuelvo a hacer este tipo de posteos, me siento un poco Nicole Neumann y media boluda, aunque no se si son la misma cosa.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Sin más que expresar más que el silencio.

Bravo por las palabras bien puestas.

Esta bien. El flaco está escribiendo para las conchas tristes, término extraído de una opinión radial que jamás voy a olvidar. Hay que aceptar que no es el Arjona de antes, aunque eso no signifique que merezca ser respetado.

Comparto la carta en respuesta, porque me pareció brillante; las palabras bien puestas.

http://latercera.com/contenido/661_236317_9.shtml

jueves, 18 de marzo de 2010

martes, 16 de marzo de 2010

Historias del Trayecto IX: "Lo nauseabundo de comer entre ricos y pobres"


Si hay algo que me causa un inmenso asco y me disfraza de la peor señora de Barrio Norte es el ¡Chuwicktl! ajeno. Ganas de devolver me da, ver salir de las cavernas saliva de dos energúmenos que no hacen las pases con su calentura. ¡Scwick, chwock!, aquel chupón de labio inferior, baboso y sudoroso, con una frecuencia sonora capaz de llegar a los oídos del pobre conductor, o del chancho que espera a destino.

Me pregunto en esta noche de viaje de ferrocarril; ¿Sentirá el mismo rechazo mi compañero de banco que, al escuchar al unísono a los amantes sentados a posteriori, acaricia con el pulgar izquierdo hasta franelear la hoja encapada del pobre, pálido e inerte libro?

¡Cáda día te quiero más!

Historias del Trayecto VIII: Formatos

Venía de una sesión de catarsis ocasional, al haberme encontrado a una amiga de una amiga y dilucidar sobre las desventuras de apegarse a un formato al momento de activar el bobo...

...Cuando te vi.

Tras el morral oscuro,
la altura, lo esbelto,
la barba de tres o cuatro días,
la raya al medio del pelo grueso
y la paz al leer,

de un hermoso desconocido.





Puta madre. Y no me doy por vencida...

domingo, 14 de marzo de 2010

Crónica de un anuncio que no fue muerte

Bien. Hace tres días, tuve un ataque de nerios, llanto, y demás patapúfates. Me encontraba absolutamente insoportable, no paraba de llorar. Suelo ser una especie de esponja y, la realidad es que venía acumulando de todos lados. Ese mismo día estuve a un metro de distancia de que se me cayera encima un andamio. Me temblaron las patas media cuadra.

Dos días más tarde, llamo al celular de mi vieja por razones muy distintas a las que mi llamado terminó siendo pertinente; mi viejo se había caído a una distancia de cinco metros, habiendo chocado una reja y aterrizando en la vereda de mi casa.

Algo hizo que no me sorprendiera... nada. Mi viejo necesitaba un límite en su vida... nunca supuse que iba a ser accidental. Para quien ve Lost, entenderá que apareció una suerte de Jacob, que de la nada lo atendió, lo diagnosticó y contactó a la par de mi mamá y los vecinos al same. Swiss Medical tardó más de 20 minutos en venir. Dijo que era de Loma Hermosa, un Dr. emergentólogo retirado hace un año... (...).

Con politraumatismo (de cráneo, inclusive), se lo llevaron a la Corporación que, una vez más demostró ser la cagada que es. Por suerte pasó la noche en la Clínica Olivos, donde lo trataron mucho mejor. A pesar del frío que sentí a partir de las seis de la tarde, a la mañana siguiente me desperté con la noticia de que le dieron el alta; jamás perdió el conocimiento, no tiene fisurás ni tampoco se quebró.

Cuando lo fuimos a buscar con mi hermano, nos esperaba con mi mamá en la puerta, parado, vestido y una sonrisa. Casi más me muero. Como dijo Diego, un titán.

Recibí gestos que me los llevo en el alma, en la cancha se ven los pingos, gracias. Lo más duro es, que hubiera dado cualquier cosa porque, las historias de quienes más se preocuparon, hubieran terminado asi. Cuando la parca te toca la nuca... no hay palabras que puedan explicarlo. Ser, o no ser.

lunes, 8 de marzo de 2010

Historias del trayecto VII: En la heladería

Adueñandose de mí la rutina hasta para el acto más simple y relativamente placentero de tomarse un helado, me encontraba parada al lado del tacho de basura de una heladería paquetona de Belgrano. La burocracia se me había pegado a los dedos, no me dejaba tirar el número que me llevaba a esperar más de media hora.
Es increíble como lo pequeño, de vez en cuando desgraba ese cassete, y, me alimenta, o me quita.
Tan preocupada estaba por el peso que llevaba, por dónde podía esperar sentada y esquivar a la vieja que tenía el 32 y no paraba de quejarse, que me perdí de lo que tenía enfrente: unos cinco años, seis a más tardar de pura pequeñez, subida a upa sobre el mostrador, jugando con su abuelo. Ella le preguntaba para qué servía tal máquina, él, trataba de acercarle una respuesta confiable (los chicos miden eso con una vara terrible). Sus piecitos en sandalias se balanceaban como en la hamaca pero sin riesgo alguno; él estaba ahí.
De repente me importó un carajo si el helado era de limón o de maracuyá, si me quedaba o me iba. La heladería me había regalado el fiel retrato de lo que fui y de lo que tuve alguna vez a la misma edad. Y, sin que me escuchara, le dije: Nena, no lo sueltes, nunca sabes cuando empieza el trayecto de extrañarlo toda la vida.



















A mi abuelo Tito, y sus primeros llibros para pintar y leer.

Hoy, y siempre, sólo exijo:

- que me dejes de mandar a lavar los platos
- que me des el asiento cuando llevo otra persona dentro
- que no me fajes
- que no me sometas
- que no te creas más que yo
- que me contrates para el mismo puesto de trabajo
- que no te sientes y esperes que se te sirva todo en bandeja
- que no me engañes
- que no tengas miedo de llorar conmigo
- que no te anules... podés cambiar un pañal
- que no te burles si cambio mi ánimo
- que me esperes en la cuarentena con los puntos...
- que no me compares con la primer puta de la tele
- QUE ENTIENDAS QUE, COMO YO, NO VA A HABER OTRA.



Gracias a las yeguas con ovarios bien puestos, hoy tengo la libertad de tener un estudio, trabajar, y poder compartir esto sin que me suceda algo malo.

¡Gracias Dieguito por la recomendación!

Una dedicatoria a todas las mujeres, de este corazón andante que para en Peru.. =)

http://www.youtube.com/watch?v=g4WnwYIOfSE


¿Y si Dios fuera mujer?
pregunta Juan sin inmutarse,
vaya, vaya si Dios fuera mujer
es posible que agnósticos y ateos
no dijéramos no con la cabeza
y dijéramos sí con las entrañas.

Tal vez nos acercáramos a su divina desnudez
para besar sus pies no de bronce,
su pubis no de piedra,
sus pechos no de mármol,
sus labios no de yeso.

Si Dios fuera mujer la abrazaríamos
para arrancarla de su lontananza
y no habría que jurar
hasta que la muerte nos separe
ya que sería inmortal por antonomasia
y en vez de transmitirnos SIDA o pánico
nos contagiaría su inmortalidad.

Si Dios fuera mujer no se instalaría
lejana en el reino de los cielos,
sino que nos aguardaría en el zaguán del infierno,
con sus brazos no cerrados,
su rosa no de plástico
y su amor no de ángeles.

Ay Dios mío, Dios mío
si hasta siempre y desde siempre
fueras una mujer
qué lindo escándalo sería,
qué venturosa, espléndida, imposible,
prodigiosa blasfemia.

Mario Benedetti

¡Gracias July por la recomendación!

No paro de enterarme verdades ajenas =P

http://postsecret.blogspot.com/

sábado, 6 de marzo de 2010

Después me preguntan por mi apatía ante la sociedad. Hete aquí la lista de pelotudeces dichas durante una reunión:

- "Las películas argentinas son todas una mierda. Yo no miro."

-"¡Qué lindo celular, te felicito!, ¿Cuánto te salió?"

-"Hay que prenderle fuego a todas las villas"

-"¿Viste que el ogro cago a la segunda mujer, ya?"

-"¡Qué rico perfume!,
-y si... asi me salió; es uno de los dos Armani que tengo, hoy me puse el Gio."

-"Mi padrino me hace entrar, tiene contactos, de una gano cinco lucas por mes."

-"¿Qué estudiabas? (...) ¡Uy qué lindo!, ¿No tendrías que estar terminando ya eso?"

-"¿Qué es esa asquerosidad que estás tomando?
-Coca con cerveza
-Qué asco, ¿qué lo sacaste, del riachuelo?"

viernes, 5 de marzo de 2010

Periódico

Creo que si no purgo en este momento, voy a estallar en mil lágrimas de vidrio.
No llego a entender bien lo que me pasa, pero la angustia que me corre por las venas no combina con mi rutina, mis hábitos y mis contactos. Mucho menos con mi trabajo. Una de mis funciones, mal que me pese es sonreír. Mostrarle los dientes en "U" a mis comañeros y a sus historias mundanas, a sus infidelidades, a sus aventuras, a su catarsis, a sus desventuras. A la gente que hay que atender, que no entiende, que es sorda, que no tuvo educación u olvidó aplicarla, que grita, y por sobre todas las cosas que me indignan, que se cree más que uno.
Yo siempre estoy para escuchar a los demás, y no lo digo por pedantería ni mucho menos, es la pura verdad.
Esta vez ni siquiera quiero que alguien me oiga, y es lo que más me preocupa, porque vuelvo a querer estar dentro mío y tengo sueño; el mejor auto-recurso para descansar y acortar pensamientos.
Ahora que lo veo (que lo veo escrito), puedo decir que, lo que siento se manifiesta de manera similar a lo que estoy releyendo (Holden me está haciendo ruido) y lo que me face falta. Lo suficiente para un lindo cóctel de angustia ...

martes, 2 de marzo de 2010

¿Lo había puesto?

Es maravilloso.
Lo triste es, que tiene más de 16 años...

http://www.youtube.com/user/krishinisoham#p/a/f/0/DLV6jaZFLro

Lo de todos los días



PLUSVALÍA: valor que el trabajo no pagado del obrero asalariado crea por encima del valor de su fuerza de trabajo y del que se apropia gratuitamente el capitalista.